Cuando la tormenta de las dudas azotó mi corazón,
abrí las alas a la distancia, a otros mares más tranquilos.
Me abandoné en la desnudez del silencio, en el limbo,
aún, me atormentan los ecos fugitivos de su adiós.
Cuando los días de batallas y dolores, terminen,
colgaré mis gritos desaforados con su nombre
en líneas de vientos tristes , costaneros, andinos
aún, clamando en todas las direcciones…¡No te olvidare!
Cuando desamarró la cajita ajada de terciopelo azul
con el anillo de oro blanco, el reluciente diamante,
llegan sin querer los recuerdos, los anhelos, los sueños,
aquellos que queríamos vivir juntos para…siempre.:
llama plena ardiendo en pasiones de lujuria
caminar descalzos en la arena dorada de la playa
riendo a carcajadas en comedias de teatro,
bailando cumbias y baladas, noches de velas.
Mis ojos inundados en sales de arcillas rojas
solo miran la sombra del fantasma… diosa enamorada
la quiero, la acaricio, la beso en poemas
siento su calor, en el silencio y la distancia.
¡solo así…puedo amarla!
¡solo así… quiso que la amara!
Álvaro Álvarez Rojas (aprendiz de poeta ) -Colombia-
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