No quiero que te vayas aún, éste es nuestro último tiempo de amar. Nos despedimos con ese largo adiós que no se acaba.
Cada beso perfecto, ante la resistencia de separarnos.
No te detengas nunca, cuando quieras, búscame, en la cima de aquel árbol, en nuestro techo de nubes y cielos conjugados, en el abismo de un latente corazón donde se consumen los amores más alegres.
No detengas tu búsqueda y si alguna vez me puedes ver en tus sueños, silenciame con un beso en el alba y deja que el Universo nos libere de esta cárcel a los dos.
No te soltaré, no dejaré que caigas por ese abismo del juicio final, porque....donde yo te espero sólo cabes tú.
Ahora debo marchar amor, sé que las flores sobre la mesa son la prueba de que tu amor existió.
Valquiria de Lunas
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