jueves, 24 de abril de 2014

EN UNA JAULA DORADA


En una jaula dorada
se halla el alma callada.
La música del momento
los ruidos del silencio...

Un rápido descenso a la oscuridad.
Entre almohadones de plumas
y vestidos de felicidad.

La sangre no acude a la herida...
simulando que así no está.
Congojas y suspiros
viajan escondidos entre risas y bromas.

Late, late más aprisa, corazón
que no te puedan encontrar...

A no ser, que te asomes a su mirada...
A no ser, que a besos una lagrima puedas retirar.
A no ser, que te subas a su sonrisa
y mires la estela que va dejando detrás...

Eva Hernández

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