domingo, 6 de abril de 2014

EL HOMBRE LOBO


El Hombre Lobo siente que la luna llena se oculta tras el horizonte nocturno y que el sol empieza a destejer el manto de la oscuridad. Nota su cuerpo menos pesado y voluminoso; sus ásperas pelambres empiezan a desaparecer y zarpas y fauces se convierten en la cara y las manos de un contribuyente cualquiera. Son las ocho de la mañana cuando, limpio y relajado, con su bata de dentista perfectamente planchada, la bestia contempla su instrumental y se prepara para la carnicería sonriendo torcidamente.

Manuel Sánchez Cerpa (España, Andalucía, Cádiz)
Publicado en Cuadernos de las Gaviotas

No hay comentarios:

Publicar un comentario