Diez años desperdicié,
los mejores de mi edad,
en ser labrador de Amor
a costa de mi caudal.
Como aré y sembré, cogí,
aré un alterado mar,
sembré una estéril arena.
Cogí vergüenza y afán.
Luis de.Góngora
Servicio que dejó estrecha tu provincia
pues la nobleza de tus convicciones
era digna de aristócratas y reyes
que no de ignorantes y beatas admiradoras.
A la corte fuiste a guiar
el espíritu cristiano de la sangre
azul de la España creyente
y consagrar tu ingenio peculiar,
ese que derrama el gusto por la vida
dentro de la más refinada voluptuosidad
buscando el equilibrio de la belleza.
Orfebre sensual de la poesía
dirigida al amor de almas
que tenías que regar con tu caudal.
Del libro La incierta superficie de FRANCISCO MUÑOZ SOLER
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Hace 20 horas
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