Mi furia alza su grito en desespero,
sus cinco letras balas o puñales,
y en sus puntos de mira los chacales
que han lanzado el país al basurero.
Sátrapas del poder y del dinero,
columnas de sus propios pedestales;
sólo dignos de fe en sus funerales,
mentes de barro, corazón de acero.
Púdranse en sus sepulcros, y en olvido,
con el estigma de quien, ya vencido,
no podrá perpetrar nuevos ultrajes.
Y es mi grito de angustia, y amargura,
por quienes aceptaron la impostura
de sus huecos, hipócritas mensajes.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
DE FACEBOOK - 5749 - EQUILIBRIO Y EVOLUCIÓN
Hace 8 horas
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