Como un presentimiento,
pirámide y arena
y rojo y amarillo y verde
y brisa y polvo.
Y unos ojos que miran,
silenciosos,
húmedos.
Y un sol alto que derrama
una mano cálida,
amasada
de aire
y brisa y polvo.
Y raras procesiones.
No son aves
ni fieras.
No son hombres
que pasan.
No son sombras.
No son sangre.
No son nubes.
Y qué extraño;
son sin nombre.
Son sin forma.
Son sin tiempo…
Del libro El silencio se estremece de
ANTONIO ABDO
Publicado en Los Cuadernos de las Gaviotas
No hay comentarios:
Publicar un comentario