viernes, 4 de enero de 2013

SANGRE LLUEVE


Es de noche. Los vampiros cruzan el bosque volando. Roncan a la vez una horrible melodía, como un coro
sapos. Rozan la copa de los árboles esqueléticos y rojos con sus pies colgantes pero no detectan la presencia de Marty. El niño sabe que si piensa mucho los no vivos lo cazarán. No desea volver a ver sus
ridículos dientes ni sentir esa lasciva mirada. No iba a permitir que desgarren su cuerpo en el aire ni que
dejen caer su sangre desde el cielo como lo hicieron con sus seres queridos.
Toma un respiro y se aparta cada vez más del camino. Detrás los crujidos se multiplican, pero no voltea, sigue firme hacia la comisaría, donde sospecha que los vampiros descansan mientras hay luz de día.
Encuentra las puertas abiertas y un pequeño arsenal desparramado en el suelo. Toma un revólver, uno más
grande que el que poseía su padre.
Abre algunas persianas y cortinas.
Observa el fulgor inédito de las estrellas sobre el pueblo. Se encierra en la celda sin llave.
Al cabo de unos minutos comienza a repiquetear sus mocasines contra las baldosas. En vez de sueño y
descanso, horas de duda y memorias.
Luego, la ominosa melodía de los no vivos, el rasguño en el tejado, tumulto, chillidos, lluvia. Quejido de
puertas y ventanas. Pasos. Marty contiene la respiración, apesta a muerte. Dispara una vez, dos veces a
las sombras que asoman por la ventana. Ve como la mañana penetra la estancia, queda poco.
Abre la celda, sale empuñando el revólver, camina lento hacia la puerta de salida que está abierta.
Llueve. Llueve sangre. La figura de un hombre lo espera afuera, es su padre. Se miran, no están sorprendidos, el hijo con rabia apunta a los ojos y dispara; toma las llaves y la billetera de su padre del
bolsillo donde siempre las guarda.
Visita a su madre, besa su cráneo, se monta en la bici y antes de abandonar el pueblo por la carretera, le da dos balazos al cartel de bienvenida a Jerusalem’s Lot.
Mientras tanto el padre sonríe orgulloso en la oscuridad, sabiendo que su hijo será como él.

Claudio Leonel Siadore Gut (Argentina)
Publicado en la revista digital Minatura 123

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