lunes, 7 de enero de 2013

REMOLINO


A un abrazo de muslos me confío,
en mar de piel flotando.
Oh, convulsa delicia
de ser a un tiempo salvador y náufrago.
En amplios remolinos me remolcan
imágenes e impulsos, mente y manos,
y al estrechar sus círculos
se van acelerando.
Hay mareas y truenos en el cuerpo,
y en el cerebro abismos y relámpagos.
Las aguas, ya no azules, mas doradas,
me van aproximando
al vértice central, sediento embudo,
succionador de barcos.
Cuanto más apretados los anillos,
más rápido es el ritmo, y sin embargo,
no me asaltan temores, ni inquietudes,
me engendran llamaradas y arrebato.
Caribdis de mis sueños, que me llevas
al suelo del océano, al palacio
de las nereidas, que en el mar cabalgan
a lomos de delfines e hipocampos.
Absórbanme tus aguas, y resbale
al fondo de tu entraña, húmedo y blando,
y en mi caída exhalaré ese grito,
irreprimible ya, brío en disparos.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

No hay comentarios:

Publicar un comentario