jueves, 24 de enero de 2013

LA PRIMAVERA MUERTA EN EL TEJADO


II. Las manadas
Devorando calles,
sucediendo escombros,
galopan miedosas manadas vestidas
de terror y asombro.
Todo hueco es aire,
toda vena es río
(un zapato duerme cual caballo muerto),
cualquier bala es frío.
Se derrumba el árbol,
se desploma el muro.
Ni la vieja cumbre, ni el valle perdido
son lugar seguro.
Calcinado el hueso,
amarrado el llanto,
a oscuras el buitre sediento planeaba
su festín de espanto.
Quemó las banderas,
mutiló las actas,
dio lumbre a las hachas que derrocan bosques,
briosas y compactas.
Pudo agriar el año,
vejar siglo y ruego,
pero es la conciencia combustible errante
del secreto fuego.
Porque la conciencia
vocea profunda
su soporte antiguo que impide que el peso
contrario nos hunda.
Porque la conciencia
es manada brava,
que antes llevaría la tierra a cenizas
que la raza a esclava.

Patricio Manns -Chile-
Publicado en el blog revistaislanegra.wordpress.com

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