HABLA

Espérame, no te canses,
tenemos tiempo, o al menos,
tú lo tienes. No te marches.
Cuéntame despacio tus cuitas.
 No tengas prisa que quiero
enterarme plenamente de la historia.
No te preocupes que estoy bien.
Pero habla que tu silencio
me preocupa y me pone nervioso.
No me lo cuentes todo.
Dime sólo lo más importante.
Vamos, decídete que llega la noche.
Se me va el tiempo y sigues callada.
Me duermo y no rompes el silencio.
Tal vez mañana tenga más suerte
y me entere porqué ya no sonríes.
¿Te vas? ¿Quieres que te acompañe?
No me importa quedarme.
Si prefieres irte sola no te lo impediré.
Mañana, ¿volverás?
Te esperaré leyendo un libro,
deseando conocer tus penas,
porque quiero hacerlas mías.

JOSÉ LUIS RUBIO