sábado, 5 de enero de 2013

GARDENIA


Gardenia era un travesti decadente, bailaba con peluca vieja y rosa, eran claras sus canas y sus arrugas y su piel marchita, eran claros también los años mal vividos en su rostro y en su cuerpo, ya no más drogas, ya no más marcas del tiempo, ya no más heridas en el corazón. Ser travesti para ella era ser otra, tener la oportunidad de ser otra con otro cuerpo y con otros recuerdos, con otros personajes en medio del cuerpo y del culo. Bailar, bailar, bailar, era lo que más hacía, ya lo hacía sola en medio de la pista, ningún joven adonis quería acercársele porque daba miedo la seguridad en sus pasos y en sus rugosidades. La decadencia entre sus piernas se observaba a metros y la futura muerte sin no ser estaba cerca. La carroña de su vida era su única compañía, sus pelucas baratas y sus tacones viejos hablaban por hablar. Su soledad posmoderna era tan cercana a la locura que el manicomio le esperaba cada madrugada. Ella y su baile en medio de la pista era lo único que tenia, una vuelta y otra y otra más, ella y la música eran una, ella y el canto eran otra, ella y los gritos de los tambores eran una más, para qué salirse de lo establecido dentro de la pista si podía volar en ella.
En ocasiones se le acercaba algún pequeño adonis sólo para divertirse, pero Gardenia evadía el acercamiento para no enamorarse, a pesar de todo aún había la posibilidad de ello, siempre le gustaba la belleza porque había perdido la suya hace mucho tiempo. Gardenia miraba las estrellas nocturnas y lloraba, su soledad se había ido con otra hace mucho, sólo le quedaba su sombra que incluso en ocasiones la engañaba. Estrella bailaba, y besaba su muerte tendida en una cama hostil de un hotel de paso, sola estaba, incluso ya era un lugar común decir su nombre por debajo de la tierra, ya nadie la esperaba, ni la muerte.

JESSICA PIEDRA -México-
Publicado en el blog misspietre

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