miércoles, 16 de enero de 2013

EL OCASO


Cabe la posibilidad, sí, de que eventualmente la Fortuna revise concienzudamente sus cuentas y comprenda que realmente no merezco la vida que llevo y que enternecida por los malos ratos que me ha hecho pasar, decida aparecer ante mi puerta, pedirme disculpas, otorgarme la oportunidad he esperado desde siempre, esa que sólo aparece una vez.
Pero si cabe esa posibilidad, también es cierto que cuando la Fortuna golpee a mi puerta, yo ya habré salido y estaré muy lejos, bebiendo los placeres de mi voraz amante: la Estupidez.

ALEJANDRO BENTIVOGLIO
Publicado en el blog memoriasdeldakota

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