viernes, 4 de enero de 2013

DIARIO DE UN POETA SOLITARIO


Te has parado a pensar alguna vez, amigo lector, lo que una persona en soledad puede pensar, puede sentir, puede maquinar, puede planificar, puede… yo qué sé… en soledad nos podemos encontrar nosotros mismos, hacer un recuento de nuestra vida y analizar los aciertos, las alegrías y contrarrestando esa situación, contrastar los errores, los desaciertos, los sinsabores, los sufrimientos, las decepciones, que por desgracia son más los momentos malos, que los buenos, ya que los momentos malos duran más y los buenos se nos evaporan enseguida y nos da rabia el no poder disfrutarlos más y atraparlos más a menudo.

Así los poetas en soledad sentimos más, nuestro corazón sensible sufre por las injusticias sociales, por el mundo deshumanizado que nos ha tocado vivir y a través de nuestras palabras sinceras y directas al corazón, tratamos o intentamos modestamente de trasmitir un mensaje de paz, de esperanza, de amor, de solidaridad… aunque a veces también nos tenemos que poner la coraza de realidad en nuestro corazón, ante la sociedad agobiante que nos atrapa y no nos deja ser románticos, ni ilusos, nos atrapa con sus tentáculos pulposos y a veces es difícil escapar, menos mal que invocamos a las musas que se hayan en un espacio inconsistente y nos echan una mano en los momentos más inoportunos, en momentos de crisis existenciales o del folio en blanco, ellas se hayan dispersas por ahí y cuando encuentran por su intuición a algún poeta con crisis vital acuden presurosas desde su  Olimpo y el poeta recupera su aura y la pluma empieza a escribir bellos poemas, sentidos con el corazón, con un mensaje de alegría, amor y felicidad…

Juan Montero Lobo “Visnú” -Segovia-

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