lunes, 7 de enero de 2013

CADA VEZ QUE DECIMOS ADIÓS


Cada vez que decimos adiós fustigados
por el peligro de las convenciones sociales una estrella llora en el firmamento lágrimas de luz.

Cada vez que decimos adiós a la fuerza, millones de constelaciones se secan y cantan silenciosas su canción de cansancio y derrota.

Cada vez que decimos adiós los renglones se convierten en abismos derrotados.

Cada vez que decimos adiós y nadie nos ve el peligro en forma de filamentos iridiscentes fustiga tus creencias más recónditas.

Cada vez que decimos adiós cazamos al vuelo el picor de los belfos del meteorito que lleva tu nombre.

Cada vez que decimos adiós.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

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