2761
Trepando voy los muros del recuerdo
por mí en tiempos recientes construídos
para evitar huídas de la mente.
Y aún no sé si te encuentro o si me pierdo
en tales laberintos. Mis oídos,
si oyen algo, es tal vez mi subconsciente.
2762
En mi interior, te canto melodías
que otras almas ajenas han compuesto
para sus propias ávidas amantes.
Van hacia ti como si fueran mías,
mas en el fondo, en realidad, detesto
no haber logrado yo crearlas antes.
2763
¿Siguen siendo tus ojos noche oscura,
tal como tiempo atrás eran mi espejo,
o son ya del color de la amargura
del nuevo amor que se te vuelve viejo?
¿O del rojo color de quien factura
simple vinagre como vino añejo?
¿Será que hoy te consuela la alborada,
que odiabas tanto ayer, sobre mi almohada?
2764
La lluvia tararea en los cristales,
evocando nostálgicos momentos
de cierta alcoba, un hombre, una mujer.
En el nogal del patio, los zorzales
se ovillan en la rama, soñolientos.
Duerme el ruido. Comienza a anochecer.
Cierro los ojos. Vuelvo a lo vivido.
¿Será que todavía no te has ido?
2765
Me has vuelto hoy a besar, pero tu beso
ni me torna al ayer, ni lo rescata,
bello jazmín sobre el papel impreso,
que podrá complacer, mas no arrebata.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
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