Siento esa separación familiar
en los cauces de mi interior
mientras contemplo los negativos
rodados hace largos años.
Inmerso en los pozos jaspeados
donde tantas cosas he aprendido
durante las últimas décadas
que he amado su recuerdo.
Quisiera ser un consuelo
para el corazón herido
de un ángel multicolor
que aprende a abrir sus alas.
Durante los tiempos más recientes
nuestro cordón umbilical
se ha fortalecido aún más
de lo que siempre lo estuvo.
Sintiendo el tacto de sus brazos
alrededor de mis hombros
mientras las lágrimas resbalaban
entre los pliegues de tu rostro.
Anhelando el perfume de tu cuerpo
que me asedia durante las noches
en las que no encuentro consuelo
a pesar de mis mejores intentos.
Si el destino se burla de nosotros
mostrándonos la imposibilidad
de ser una misma persona
pese a nuestra necesidad...
ALEXIS BRITO DELGADO
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