Cuando suena el timbre
me rebelo contra el sonido
y busco de nuevo el silencio
porque necesito oírme interiormente
y saber adonde van las aguas
que recorren mi pensamiento
en esos momentos de pausa
cuando se pierde el sentido,
ignoramos quienes somos
y qué nos espera más allá
del tiempo que acabará
absorbiéndonos plenamente.
Cuando vuelva a sonar el timbre
algo conoceré que al primer toque
desconocía y me dejaré dominar
por el sonido que sube desde la calle
olvidando que no hay estrella eterna
y que toda luz acaba apagándose.
JOSÉ LUIS RUBIO
LA NOCHE DE VERSOS EN FABRICANDO POEMAS
Hace 1 día
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