Si yo tuviera un corazón de estepa
fundarías ahí tu territorio.
Mas en mi pecho hay un salón antiguo
lleno de piezas finas, delicadas,
que rematé pujando por otoños
en las duras subastas de la vida.
De un zarpazo destrozas los espejos,
desgarras los dibujos del brocado,
haces trizas mis vidrios de Lalique.
Resta incólume, a salvo de tus zarpas,
el cofre donde guardo las penumbras.
Del libro Al norte de tu aliento de
TANIA ALEGRÍA
Publicado en el blog navegandoespejos
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