Porque fui sobreviviente
entre los remolinos de un río
extirpado de su cauce
Graciela Caprarulo
En tus ojos la luz orilla sus misterios,
quebranta estos designios
descubriendo lo fugaz,
pero el río aún
es un pétalo abierto que te llama
y tu corazón hoy quema en su inminencia
los secretos heredados de otra voz,
porque entre las palabras y los sueños
hay diferencias insalvables,
escondidas voluntades
silbando en los rostros del azar
donde hunde su límite la espera
debajo de fábulas demoradas
y muertes por venir.
Efímeras ceremonias que el cielo clarifica,
aire nacido de un hueco de soledad;
en el refugio donde intiman las plegarias
una sílaba busca en vano pronunciarse,
y en el lugar de cada dios
está tu nombre.
Pablo H. Domínguez -Argentina-
Publicado en el blog fijandovertigos
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