Soy el habitante
de una casa en sombras,
donde su espíritu incierto
bebe la luz y la vida
escondida en los rincones.
Umbrales pretéritos
y paredes gastadas,
liberan cada noche
visiones y lamentos,
como un desierto calizo
donde yacen escondidas
todas las respuestas.
Epistolario del alma
en un instante rompe
los espejismos del tiempo,
rémoras adolescentes
que han detenido la voz
en el amor más remoto
de la madrugada.
Y vuelvo desmemoriado
con el insomnio a cuestas
hasta sus puertas vacías,
hasta las ventanas desnudas
que agigantan su silencio,
porque en esa casa
el corazón indigente vuelve
a todas las ternuras,
a los amores ausentes
que resucitan en su vientre.
VIRGILIO ZURLO (De su libro "Rémoras", 2012)
Publicado en la revista deliteraturayalgomas
No hay comentarios:
Publicar un comentario