Sabes que podría estar equivocado
esperando por una nueva noche
para regresar a casa definitivamente
perdiéndome por el camino.
Olvidando mis sentimientos
en un rincón del taxi
antes de despedirnos
de la misma manera de siempre.
Recuerdo que no miraste atrás:
interesante, digna como una diosa
sobre una pila de excrementos
donde siempre te he adorado.
Sonriendo, me pregunto el porqué
del papel que tanto disfrutas interpretando:
¿Crees que puedes engañarme
a estas alturas de la película?
¿Quién de los dos tiene más que perder?
¿Piensas que me importa tu actuación?
¿O imaginas que aún como de tu mano?
Bueno, ahora pasaremos meses sin vernos
en los que el imbécil de turno
tendrá que soportar tus desvaríos...
huelga decir que no seré yo.
ALEXIS BRITO
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