a unos cristales con barrotes,
ventanas entre-abiertas al silencio,
y veo el mar cercano y sereno.
A lo lejos el horizonte
se ha pintado en mil colores
para decir adiós a la enamorada tarde
y me detengo en el recuerdo
de vidas pasadas que se cruzan…
El agua se ha cristalizado,
las olas brillan y son espejos
donde se refleja todo lo bello
que pasea por el cielo.
Solo se oye la sinfonía
que sutilmente forman las olas
susurrándome al oído.
“Hoy es mi tiempo, es mi tiempo…”
Me digo…y atiendo la sinrazón
del volcán que explota
llamándome a la vida.
El reloj se ha parado…
¡Y no se cuanto tiempo
estuve fija en tus azules pupilas
cargando todos los minutos…!
Se cruzaban pensamientos y deseos,
notaba como los corazones latían
y mis besos tiritaban de frio.
Mi garganta se hizo un nudo,
mi boca, acariciaba tus mejillas,
mis labios ardían
en amor con los tuyos.
Con todos los sentidos
apretamos las manos,
cerramos los ojos
y todo sucedió en breves segundos.
MARÍA SÁNCHEZ -San Fernando-
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