Sentir de nuevo la caricia de tu madre.
Sentir de nuevo el llanto en la noche de tu primer bebé.
Sentir de nuevo el primer beso de amor,
las primeras caricias, las primeras palabras dichas al oído.
Sentir de nuevo la primera mirada de complicidad.
Volver al pasado recordando simplemente las primeras veces,
recordando los momentos felices y sonreír como la primera vez.
Como la primera vez, ojalá fuera siempre como la primera vez.
Publicado por
MARÍA JOSÉ BERBEIRA RUBIO (Castelldefels) en su blog dondehabiteelolvido-airama
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