Olor a tierra quemada
junto a tu rancho guajiro
entre cansancio y suspiro
llenaba la madrugada.
Tizne, tierra, llamarada
eran en la noche un trazo
y el sudor el gancho, el brazo
junto a la niebla ondulante,
sacando carbón humeante
fundidos en negro abrazo.
Del libro Canto a mis raíces de DIONISIO PIÑERO PERDOMO
Publicado en Malaras y curiosidades 23
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