viernes, 19 de octubre de 2012

EL SENTIDO DE LA ESTUPIDEZ


Por Rodrigo Ramírez Pérez

      Casi todos los días me encuentro con caravanas de estúpidos, me los tropiezo con mucha frecuencia y los observo en su mismo círculo. He llegado a la conclusión que la estupidez es confundida con ciertos valores de la humanidad, quiero decir que algunos estúpidos están convencidos que enarbolan una bandera de principios, cuando en realidad cargan consigo son soserías.

      A estas alturas de la vida, tengo la certeza que pude superar el sentido de la estupidez, pues los años vividos me permiten asegurar que por mucho tiempo hice parte de esas caravanas. Cuando me redescubrí, comprendí que ciertas necedades a las que me aferré me demostraban ante los demás como un auténtico estúpido.

      A manera de ejemplo, la estupidez nos confunde cuando creemos que nuestra percepción de una situación determinada es la verdad absoluta. Para empezar la verdad en ciertos casos es subjetiva y se matiza de acuerdo con quien la cuente. Y cuando uno no contrasta su verdad con las demás verdades de las otras percepciones, lo más seguro es que estamos casado con una necedad.

      A estos necios, particularmente les llamo: necios de la insensatez, que en otras palabras es un clásico estúpido. Dar ejemplos, significaría extender una densa lista, que mejor se las dejo a su comprensión.

      Ese sentido de la estupidez permite que se generen luchas absurdas, que se pierda el sentido de la proporcionalidad y hace que se alineen muchos estúpidos alrededor de una necedad. La persistencia en esas necedades, lamentablemente  en ocasiones pasan las barreras y terminan en el peor de los escenarios, la guerra. Y como todos sabemos, muchas veces la confrontación de esta forma, termina con saldos reflejados en ríos de sangre.

      Muchos de Uds. dirán: Rodrigo estás hablando de la guerra de intereses por el poder. Yo les afirmaré, sí, pero se trata de no llegar a las disputas, porque un necio con sensatez, sabe que puede ceder en la negociación y de igual manera gana. Pero un necio insensato, un estúpido,  –quiero  decir–  piensa que ceder es perder y se envalentona para pisar los terrenos del odio y se encadena a la eterna venganza.

      Todo lo anterior es una explicación muy general del manejo de las relaciones interpersonales desde varios escenarios. Por eso existen muchos bandos enfrentándose porque su sentido de la estupidez no les deja ver la sensatez.

Publicado en el periódico digital La Urraka Cartagena

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