miércoles, 24 de octubre de 2012

CONTRAOLVIDOS


El pasado está ahí (su silencio que llama es soledad)
Unos dedos helados y rígidos como las teclas
De un piano y así luminosos corren el telón y aparecen
(sin suspiros sin pompas)
Sobre arrugado papel crepé
A lo largo de una bahía marítima
(fría / interminable su cielo gris lata)
Rescatados de los vahos del misterio
Movidos por el viento tembloroso de la nueva vida
Bajo un misterio teñido color de té
Animalitos de felpa de ojos de piedrecillas / Muñecas de
Porcelana con las mejillas rosas, el pelo
Cuidadosamente dividido y la boca abierta que promete /
Soldaditos de plomo lastimados en épicas sin crueldad (lejos
del cementerio de los caminos)
El juego de la oca en una caja de terciopelo con las letras rojas
En delicada bastardilla
Un álbum de figuritas brillantes que anuncia Made in Sweden
Y muestra campesinas que bailan junto al lago
Cuadernos de tapas duras y hojas sedosas que crujen
Bajo la pluma que escribe en tinta china
Perdurables sonetos con olor a otoño
Y sonidos de vals…

El pasado está ahí,
Un muchacho y una muchacha que se besan
Ante el sollozo de la lluvia
Alguien dice adiós
Alguien responde te amo (las voces aún suenan)
Ellos se han amado junto a la noche muerta
Sobre la luz del día que se diluye
Entre las piedras del rocío
Esperando el alba con los ojos abiertos
Dormidos en el atardecer lento del verano
 (Oh fulgor / Oh dicha)
Que hechiza los cuerpos
Bajo el ojo del ángel que levanta las sábanas
Cuando ocurren los gemidos que anteceden a los himnos
Confiados (esos pasos, ¿los oyen?)
Urgentes (siempre)
Sabiendo que hay naves que se queman y gestos que duran
Como una vida

El pasado está ahí
El asombro de las lecturas que entreabren los velos
Las discusiones hasta que la garganta enronquece
La dura realidad que escapa como fina copa de cristal
Entre los dedos
Amarilleados de tanto tabaco
Los encuentros en el bar con la espalda contra la pared (nada peor
que una herida en la espalda)
Una cita que no se cumple (y las aves del presagio que
levantan vuelo y un fósforo que se consume y un
cielo que se oscurece
sin movimiento – todo lo de la luz es sutil)
La libreta con los teléfonos donde cada número que se tacha / se
tacha el alma
Fotos (cuando éramos jóvenes de mirada eterna, nos sabíamos bellos y
la muerte no existía – la triste muerte)
Y esas proclamas en humilde papel de diario
Que se llevan con riesgo
Se reparten con ansiedad
Se guardan como la llave que abrirá el mundo (Así de inocentes)

El pasado está ahí
Esos ojos que no vieron nada (cegados por el miedo)
Ese corazón que presintió todo (húmedo y dolido)
El pasado está ahí.
Cubierto por toneladas de escombros, todavía respira
Negado por el deseo de la Horda (el presente es Dios)
Humillado por la Ley
De una selva sin misterio (sálvese quien pueda)
Con labios de música, aún advierte:
Sin mí no habrá mañana cierta
Nada crecerá de buena eternidad
El pasado está ahí. No susurra: grita
Y sus alas quemadas golpean contra el olvido.

VICENTE ZITO LEMA
Publicado en la revista Fuegos del Sur

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