CANTO VIII
No hables nada que todo lo sé.
Extiende tu cansada mano,
tu existir se transformó en viento
para confundirse con mi lluvia
-y en el canto general-
oímos el trueno.
Relámpagos en el valle
- relámpagos y la paz-
tu lo sabes mujer, la guerra y la paz,
lo sabes tú?...
Tu pelo, mujer, se hizo ausencia,
-no recordarlo es levantar lo que somos-
tu respirar alterado, presencia,
Ven, corre… ven mujer,
que este canto general se llama
ENSUEÑO…”
J. Antonio Nogueras
Publicado por María Sánchez en el blog La casa del valle
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