viernes, 5 de octubre de 2012

BREVERÍAS


2716

Abierto siempre a ti, puerta entornada,
perenne invitación y acogimiento,
sólo llegar y franquear la entrada,
y obtener, sin pedir, alojamiento.
La noche está al caer, y en retirada
bullicio, claridad y movimiento.
Sobre la mesa, queso, pan y vino,
sobre la almohada, un beso cristalino.

2717

Besos de niño a media noche tienes,
y los míos, maduros, no te llegan.
Si tú no los rechazas ni retienes,
¿por qué mares inhóspitos navegan?

2718

Abro los ojos, pero ya no veo
tu paisaje de piel estremecida,
que era en mi entorno eterna primavera,

y al cerrarlos de nuevo te poseo.
Luego, te velo, mientras tú, dormida,
quedas fuera de mí, tan forastera.

2719

Llevo una forma tuya, siempre nueva,
en cada húmedo labio, en cada dedo,
descubierta en los tiempos de abundancia.

Pero a veces la forma es quien me lleva,
más allá de los límites del miedo,
de la incredulidad, de la distancia.

2720

Al centro duermes de mi noche oscura,
doble contrariedad de sombra y sueño;
y en esta ambigua, abstrusa conjetura,
menos consigo cuanto más me empeño.

Quisiera desvelarte y retenerte
a plena luz, sin confusión, sin dudas,
y acomodarme, para no perderte,
sobre tus formas trémulas desnudas.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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