miércoles, 3 de octubre de 2012

AQUEL LABRADOR DE ROSTRO CENICIENTO, PIEL DURA, APARENTEMENTE DESCARNAD DE LOS HUESOS DESCANSA.


Dice el viento
que el mar se ha reído de nosotros,
nos ha burlado.

Las choperas
al unísono lo
repiten
a lo largo del río,
dicen:

Si algún día
como en una historia de cuento
pudésemos hacer
algo más que hablar...
y la gente
de rostro recio y demacrado
piensa que corre la brisa
con miradas furtivas
prefieren ignorar su lenguaje
y se olvidan del mar.

Salomé Molina López, Albacete, España
Publicado en la revista Carta Lírica 17

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