sábado, 6 de octubre de 2012

A LO LARGO DE MISSOURI


Tranquilo llegó hasta nosotros
y se quedó allí.

Entonces las langostas sonaron fuerte
en sus grupos de alabanza
y la brisa se elevó
sin hacer crujir las cáscaras abandonadas
en las ventanas.

Luego llovió
y llovió y llovió
llevando el aire hacia abajo con ello,
como una sombra.

Hace algunos años, algunos ladrillos allí
se levantaron y fue dicho:
vamos a construir una ciudad, aquí mismo.

Volvimos allí cada martes
por un tiempo
y luego proseguimos:
Creo que fue hacia el oeste.
Beautiful Savior.


Kathryn Rantala 
Publicado en la revista Realidades y Ficciones 7


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