SONETO DEL INSTANTE

Soy oración y en línea serpenteada espero,
el canto eterno en busca de armonía,
antes del punto en gracia certero.

Vano destino la esperanza agosteña,
pues no es la cima vernal sino el prefacio de un verano,
que decanta en lémures de antiguas isleñas,
y devuelve la aguja al doce de antaño.

Necio gallo matinal ¡canta exento de culpa!,
sí, es cruel el sol que hombrea huraño,
que destierra de mi lecho todo sueño que perdura.

Pero mis sueños, hechos todos en tela de vientos,
soplarán arañando los grises de la calma.

La oración, el otoño, el sol y los enamoradizos cuentos,
pondrán estribos al salvaje de mi alma.

SANTIAGO R. BAILEZ CHAYÉ -Argentina-