Nómada de condición inalterable,
mide desde los medios las distancias.
Un ¡oh! duro y prolongado
sale del respetable ante su presencia
donde todos estudian su casta.
Maestro, subalternos
y un público inteligente
desde los graderíos.
Hasta el caballo de pica
que espera sin ver el peligro
del huracán que bufa
y arremete, una y otra vez
con codicia.
Aquí se confunden los cielos
embriagados de trapío.
Se embarcan los tercios
de la tarde entre bravura,
valor, arte ..y poderío.
Mayte Andrade -Benicarló/Castellón-
De mi libro “Querencias Taurinas” ed. 2001
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