Miro unos ojos que no son míos
y me asusta cuanto veo:
cabellos despeinados, rostro enflaquecido,
ojos desencajados, labios trémulos.
Tus ojos son el espejo donde
se refleja esta imagen que me asusta.
Embriágame de amor.
Sáciame de caricias
para que la tez enjuta recobre el color,
para que los ojos recuperen el sosiego,
para que los labios dejen de temblar.
Devuélveme una imagen que no asuste,
que no bordee la locura. Devuélveme una imagen
segura de sí misma, capaz de jugar con el mundo.
Del libro Burbujas de JOSÉ LUIS RUBIO
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