lunes, 2 de abril de 2012

TRANSFORMACIÓN

A mi querida Lucía Arca. Gracias por tu amistad
Cada vez que la luna llena corona el cielo, huyo al bosque respondiendo a su muda llamada, alejándome entre la arboleda. Mis músculos se tensan demasiado. Entonces me sacude la primera oleada de dolor. Con un sonido similar al de una rama al quebrarse, mis huesos y vértebras se desencajan y la segunda oleada de lacerante dolor me embarga. Los dedos de mis manos se deforman, rompiéndose, alargándose, recolocándose, hasta convertirse primero en afiladas garras y terminar convirtiéndose en fuertes patas. Mi piel se cubre de una gruesa capa de pelaje gris que parece brotar como el césped en primavera, pero a un ritmo de vértigo.
Paso de ser una bestia peluda a dos patas de más de dos metros, a ser un enorme lobo... Eso es lo que sucede cada vez que la mujer que soy da paso a la bestia, pero hoy todo es distinto. Mi mente es una nebulosa, pues no recuerdo nada. Soy humana de nuevo, como muestran mis manos y mis pies embarrados, que descansan en el sofá.
Me levanto, pero noto mis pies pegajosos. Enfoco bien mi vista y lo que me había parecido simple barro, se revela como sangre, que cubre el suelo de madera y mi cuerpo desnudo. Corro hacia la habitación, pues un mal presentimiento se cierne sobre mí. Aquello es una carnicería. No hay resto de J, tan solo lo que parecen ser sus huesos. Las paredes, el suelo y la cama están totalmente cubiertas de sangre. Su sangre. Me siento en el suelo y cierro los ojos, echándome a llorar. De repente, unas imágenes aparecen en mi mente: me veo a mi misma desgarrando la piel de J, saboreando el sabor de su carne.
Pero entonces, mis lágrimas cesan. Por primera vez en mi vida, me siento bien. Y os tengo que confesar una cosa, no me arrepiento de nada de lo que hice... Quizás, el lobo que hay en mi haya ganado la partida una vez más, así que si no queréis hacerme feliz, cruzad de acera, pues disfrutaré, y no sabéis cuanto, de arrebataros la vida.

Laura Morales(España)
Publicado por la revista digital Minatura 117

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