jueves, 12 de abril de 2012

SEGOVIA

















Pasaron muchos años, muchos,
casi he olvidado cuantos,
casi una vida,
pero los edificios siguen
en el mismo sitio
porque las piedras, las viejas
piedras, siguen vivas.

En aquellos años no conocía
donde me llevaría
la vida ni que llegaría
a ser porque las páginas
de mi historia estaba
empezando a escribirla.

Sólo recuerdo algunos detalles,
mínimos detalles, porque la memoria
con facilidad olvida
pero estuve allí y vi cuanto veo
con unos ojos, jóvenes e inquietos,
pero hoy están bastante más
cansados que entonces porque vieron
otras cosas, otros lugares,
pero siguen queriendo recordar
y la belleza nunca olvidar.

Hoy me pongo la armadura
y escribo estos versos para que esta
vez las piedras no desaparezcan
enredadas entre otro montón
de hechos relevantes.
No quedaron mis huellas
en estos caminos porque son
huellas de paso y mañana
estaré muy lejos de aquí
sintiendo la brisa del mar
acariciar mis gastadas mejillas.

JOSÉ LUIS RUBIO

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