miércoles, 11 de abril de 2012

PASEANDO


Viejas calles de adoquines
y de losas rectangulares
anduve en busca del pasado,
de la leyenda, del misterio.
Un sacristán sin escrúpulos
que resucita a una muerta,
una virgen que saca a un niño
de un pozo haciendo subir el agua,
una rana en una calavera,
una cueva de satanás,
un astronauta en un pilar
de la puerta de la catedral,
unas iglesias llenas de tumbas
donde obispos, abades y clérigos
duermen el sueño eterno,
una historia de amor,
las correrías de un lazarillo,
las aventuras de un estudiante,
todo pasó o puede pasar
en las calles de Salamanca.

JOSÉ LUIS RUBIO

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