martes, 17 de abril de 2012

DIABLA

Diabla
como quemas mis labios
que no dejan de temblar, arder
mientras recorren la geografía de tu cuerpo
Mientras
cruzan por ríos envenenados
por valles arrasados por el fuego
y caen en todas tus celadas
Pero mis labios no se detienen
no conciben otra ambrosía que tu piel
No se detienen
no importa que les muestre sus heridas
o sus manos vacías.

CARLOS E. FUENMAYOR GARCÍA -Venezuela-

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