PRESENCIA INVISIBLE

Búscame de día entre las flores
en las noches puedo estar en un lucero
en el canto colorido de un jilguero
en el sueño de la tarde de un labriego.

Puedo estar escondida entre la niebla
del invierno que se acerca sigiloso
o en la gota de rocío que se cuelga
de las hojas de tu árbol tempranero.

Puedo estar espiando tus jornadas
en los ojos del sol en tu ventana
o en el viento que despeina tus cortinas
con caricias seductoras sin rutina.

Puedo ser el aroma de tu almohada
la frescura de tu sábana planchada
la palabra que escribí una mañana
en tu pared azul con tinta blanca.

Puedo estar escondida entre los libros
los que leímos juntos abrazados
puedo ser el espejo en que te miras
puedo ser el perfume que te agrada.

Búscame en esas notas de Vivaldi
que dibujan pentagramas en tu sala
en los destellos locos de los leños
que crepitan en la estufa enamorada.

No me busques en las fotos que quedaron
ni en las cartas guardadas en tu armario.
Ya no estoy en los recintos revelados
búscame en los espacios encantados.
　
BEATRIZ OJEDA