sábado, 2 de abril de 2016

UNA, DOS Y TRES POR EL COBARDE QUE ESTÁ DETRÁS DEL ALFABETO


Le pedí la parada a un lector
y le pregunté:
¿Vas para dónde la poesía?

Por qué si vas para donde la poesía,
hazme un favor,
abofetéala de mi parte
mientras lloras cada verso
en el que te reflejas.

Pues a la poesía
hay que humillarla enfrente de todos,
hay que abofetearla, someterla,
sacarle bocales íntegros.

Pues a la poesía
hay que ponerla de perrito
y metérsela,
cogerse cada poema.

A la poesía
hay que vestirla de encaje
y hacer que te chupe la verga.

A la poesía
hay que hacerla que llore
para que así otros lloren,
Si no,
la poesía no vive…

Así que. Por favor,
si va para donde la poesía
dele un bofetón de mi parte
y después dele un beso,
dígale que se lo mandó un cobarde
que se oculta detrás del alfabeto.

Haga eso
y así. Igual y un día
o una noche
o una mañana
o un mes después,
de la lactancia de filosofía,
usted también la amará,
como la amo yo.

ANGEL VERA

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