Salí a buscar una fuente
que me diera de beber
y para no perecer
en este clima candente.
Fueron mucha, mucha gente
que su fuente me convida,
porque mi alma está urgida
que mi sed pueda calmar
para poder encontrar
esa fuente que da vida.
Donde menos lo esperé
encontré la fuente bella
desprendida de una estrella
y mi sed la calmaré,
siempre con ella estaré,
en mí será perdurable
y sin relación estable
de almas que están unidas
porque ella está fundida
a mi sed que es insaciable.
Ella, un eterno manantial
de líquido cristalino
con aroma muy divino
y fragancia celestial.
cuando quiere es bestial
o frágil como doncella
pero yo la veo bella
esa fuente muy ardiente
dándome lava candente,
quiero morirme con ella
Roberto Batista Pargas -Cuba-
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