Ignota celdilla
En el panal de los siglos.
Tu espacio fue capilla,
Tu miel abrigo.
Creció la crisálida, la
Cera envolvió su vida,
Sin saber, cuál era su
Destino.
Se acunó en la suave
Brisa de los pétalos
Rosados. Enriqueció
Su alma, estructuró
Su cuerpo y formó mil
Formas sobre la roca
De la sustancia.
Un amanecer estalló,
Desplegó con fuerza
Sus alas, dejó que el
Mundo supiera. No era
Mariposa, era la palabra,
El mundo encontró en su
Vientre la gestación del
Mañana.
Alicia Beatriz Gorospe -Argentina-
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