lunes, 17 de junio de 2019

AMADA


Me atrae con la gravedad de sus besos
hacia ese mundo que tanto tememos
y el café se enfría en la mesa,
ella... ha elegido cerveza
pero desvía la atención de mis dedos
dirigido al sinfín de alguna promesa.

No salgo de mi asombro sincero
cuando ya me somete al iniciar mi asedio
buscando la tregua que evita
y... a la vez traga saliva,
yo me prolongo, pero no llego
y amo... y odio la vida.

¿Es la suerte un derrotero?,
¿un campo de batalla sin guerreros?,
porque dejo que la presión me oprima
donde debería hacerme cosquillas
mientras me roza avivando el fuego
en que se consume mi inventiva.

Soy lo que soy, nunca prometo
las mismas promesas que espero
a la par que la suya me humilla
porque quiere y se niega a sí misma,
porque es valiente y tiene miedo
y tiene ganas... y siente celos
pero quiere esperar y se castiga
porque sabe que quizás, un día
tenga en sus manos su premio
y en su boca... tenga la mía.

Luis Maria Saiz Laso

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