PAZ ENVOLVENTE

Los deseos caminan, como agua viviente
cuan sensores de almas, efervescentes
se palpa en el ambiente, una paz envolvente
en momentos de calma, exhibido por las gentes.

Son vidas taciturnas, portadas por el viento
donde seres humanos, viajan hacia el destino
proceden del horizonte, allá por barlovento
vienen entusiasmados, con positivo tino.

Cuando se escuchen ecos, en ese monte erguido
al ser protagonista, en la alta montaña
te acompañará el jilguero, con su dulce silbido
se observa su plumaje, en la fresca mañana.

El rocío de la noche, se percibe en la aurora
de frescor existente, esperando el celaje
los senderos enmarcan, plantaciones de mora
visibles en estos campos, de vistoso paraje.

Ramaje de esos árboles, se mueven con ternura
al saludar los pájaros, en su volar perenne
más adelante el cielo, vigila la llanura
desde ese alto se clama, por natura solemne.

Por entorno fecundo, hay fiel naturaleza
la armonía de seres, surge de lo latente
volar de sentimientos, con verdadera pureza
surgirán los latidos, de nobleza patente.

El sol de la alborada, calienta complaciente
con cálido saludo, al caminante humano
peregrino emigrante, con su paso sonriente
erguida tez de frente, es muestra de este hermano.

Romances matutinos, emergen con elegancia
brotan flores silvestres, manando su fragancia
un cruzar de miradas, al aprovechar la estancia
serán ávidos momentos, con dones de prestancia.

José Rafael Orozco Torres -Costa Rica-