Con los ojos cerrados
y la mente abierta en las noches
de mucha melancolía,
he soñado perderme por la vida.
A solas, sin nadie a quien saludar
o desearle los buenos días.
Y, es que el cansancio te va
restando la codicia de seguir
tejiendo un paisaje, escuchando
siempre… la misma melodía.
Juana Campos Cortés.
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