lunes, 30 de octubre de 2017

CONSTELACIÓN AMARGA


En el día que descubrí
que un hombre
era semilla de apenas nada
no se abrieron los cielos
no sonaron músicas tristes,
solemnes ni alegres,
los pájaros continuaron trinando
la lluvia perezosa siguió cayendo
borrachos deambulaban por la calle
en viajes pensaban los doctores
y no hubo viento, ni brisa
y no hubo silencios sepulcrales
ni divinas palabras.

Todo continuó como el anterior día.
Todo, menos mi descubrimiento
de cuan grande es la ignorancia
del hombre
del hombre que apenas es eso:
fugaz resplandor,
semilla,
de apenas nada.

Raúl Sánchez Alegría

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