Una dulce tentación que antoja, que hace a más de una mirada feliz y con los brazos cruzados, que tu manzana es la discordia; de todo aquel que gustoso te sueña... amor de una vez... de una vez que por fortuna, de tu manzana probé... que hermoso es saborear de tu fruto, una delicia que solo es para un rey... ¡gané!... ¡cuanto tuve en mis manos!... me sentía un corcel volando, un clavel suspirándole... a la princesa siempre enamorada, me sentía poesía en verso libre, su amor aquella vez me hizo sentir altivo...¡orgulloso! de quién nunca ha tenido nada, y en tan solo unos minutos, a poseído de la vida... ¡lo más hermoso!... Hoy suspiro, al igual que todos los hombres por ti es mi deseo y es mi anhelo... otra vez y ahora con mas fuerza, pues después de haber yo conocido el cielo, contigo, ahora quiero quedarme en la gloria...
¡Por siempre!...
Agustín H. Castañeda
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