El tiempo que estuve sin ti fue un suplicio... has regresado a mí, la vida quita y luego me da; contigo, el beneficio... te extrañaba tanto. Te fuiste de mí y quedé llorando... solo entiendo que el amor es como la suavidad de las flores; armonía y paz... solo eso lo sé cuando a ti te da por amarme cada vez más... y ahora estás aquí de nuevo a mí; promete que nunca más te irás... así nos conocimos: así morimos, y aún después de la muerte, continuaremos amándonos cada vez, más...
Agustín H. Castañeda
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