Esta es una simple página que no cumple los parámetros ni las reglas de la poesía. Subyace en lo absurdo, al punto tal, que no tiene forma. No posee lógica ni contradice los renglones. Tampoco atrae la atención del lector ya pues, carece de contenido lógico de manera que, ha sido recogida como caída de un árbol en pleno solsticio de otoño.
Como extraviada en un cajón perdido en lo más recóndito de mi alma...
...quizás nunca debió ver la luz...
tal vez, solo por mero masoquismo, quise, señor/señora, que sus líneas puedan ser vistas por ustedes
y que, desde su punto de vista crítico, saquen sus conclusiones. Favorables o no, eso quedará por su cuenta.
Lo único que les pido: es que sean crédulos hacia con quien las escribe y no se priven de sinceridad.
Gracias.
HOJA OLVIDADA
Ayer se murió mi perro al mismo tiempo en que la abuela agonizaba en un hospital especialista en muertes.
Ya hace casi dos años que mi vieja se fue pa’l cielo a recordar otras épocas con su tío Naldo, su padre Romilio y a volver a estrechar entre sus brazos a los hijos que no pudieron ser.
Mis hijas crecen a paso gigante y yo, lamento no poder estar allí como quisiera: —¡cosas de grandes!— les dije, lo que hoy pude aclarar con ellas. Igual saben cuánto las amo.
Mis hermanos, cada uno con su familia, viven en un mundo congelado de nuevas emociones, y no quiero entrometerme porque no es de mi incumbencia.
Hace unos días cumplí otro año más de vida, a pesar de todo, agradezco a Dios que así sea, por las oportunidades que se presentan.
Desde una semana atrás que estoy sin empleo, igual no es el fin del mundo.
Tengo en stand by un par de cosas para publicar, ya que estoy moroso con mis editores y me da la cara para decirlo.
Dejé de jugar en la liga porque mi equipo va para atrás.
Últimamente estoy yendo a la cancha a ver al defensa, aunque sé que, como en otras campañas no ascenderán, no por su hinchada, sino por falta de sponsors.
Mi padre se fue de vacaciones a Corrientes, a visitar a sus amigos entrañables y parientes. Él sabe que está en una cuenta regresiva de la que no hay marcha atrás.
Ignacio, mi hijo más pequeño, es superinteligente, estos chicos de ahora vienen con la tecnología bajo el brazo.
Recién me fumé un cannabis, solo.
En el pendrive tengo temas de Viejas Locas que me encantan.
Hace mucho que no voy a la casa de Matias Reck ni tampoco concurro a eventos ni a la flía; tendría que actualizarme de todo.
Con Renzo no tocamos desde el año pasado. Tengo muchas canciones que compuse, que tal vez a él le interesaría poner música con la banda.
Estuve con conocidos tomando unos drinks hasta que me aburrí y me rajé.
En el cumple de mi primo Leo hice un tributo a mi abuelo para el olvido.
Vengo escribiendo mucho de todo y para todos, pero esto es para mí.
Javier Antonio Galarza -Argentina-
Publicado en Suplemento de Realidades y ficciones 73
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