Pólvora o cianuro
no importa
El cielo divide las penurias
mutila las músicas que llegan
deja su marca de agua
Ha venido a instalarse la consternación
la hipodérmica entra despacio
los cristales de sal en la boca de los perros
el hueco de una escalera que llama y vuelve a llamar
Discurso de Dios
febrero cruel
casitas de madera al Centro de la Nada
Oh René López que pasáis en la alta noche
por la azul epidermis de los mares
sean breves
regresen a la clara estancia de la vida.
Reinaldo García Blanco -Cuba-
Publicado en el libro La Estrella de Cuba
Publicado en Editorial Alebrijes
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